"Me preguntas qué siento, pero yo sé que en realidad no quieres saberlo. A ninguno os interesa la verdad. Sólo merece la pena aquello que cada uno necesita oir en un momento determinado.
Pero si, he llorado. Y sigo llorando. Y lloraré en mi interior siempre que te vea, y cada vez que evoque todo aquello que hemos perdido. Lloraré cuando te escuche cantar, cuando piense en las discusiones estúpidas, lloraré cuando esté en aquellos lugares donde todo era perfecto. Y tú, ¿vas a seguir llorando? espero que seas más fuerte que yo... No obstante lo prometido es deuda. Claro que iré a verte, y volveré a chillar y a llorar. Y mi determinación se hará más débil, esperemos que no se rompa.
Oh, si, claro que seré feliz. Estaré bien. Estaremos bien. Nosotros somos una familia, y eso no desapareció nunca, ya lo sabes. Le quiero, le amo, muchísimo.
Me has pedido que escriba esto, contra mi voluntad.
Sabes que no quiero nada de esto, que no quiero publicar unos sentimientos demasiado privados. Soy incapaz de escribir nada más, aqui no. Pero ya tienes lo que querías de mi.
Querías que me enfrentara a mi dolor ¿no?
eso es lo que hago cada dia cielo, enfrentarme a mi dolor. Enfrentarme a un mundo que odio, que desprecio, que me da asco. Enfrentarme a la voz que todos los dias, cuando ya no puedo mas, cuando me doy cuenta de que estoy desperdiciando mi vida, me dice que lo deje. Que el final será dulce y embriagador y me permitirá descansar. Oh si, descansar. Y sin embargo me enfrento a mis sentimientos de repulsión, a mi dolor, y continúo. El motivo empezó a difuminarse hace mucho. Pero continúo. Y tengo que aguantar críticas, comparaciones, negaciones, gestos de autocompasión y de una falsa compasión hacia mi que detesto. Quiero escupir en la mayoría de las manos que me tienden.
¿Y sabes por qué no lo hago?
Porque me enfrento a mis sentimientos, como estoy haciendo ahora según tú.
¿Te parece agradable?
¿Tú puedes decir lo mismo?"
Si vuelvo a escuchar a alguien hablarme de su triste vida, de la cantidad de cosas que hace en un dia, de su agobio, me reiré tanto, que no sé si algún dia podré parar. Estoy cansada. Muy cansada... ¿lo entiendes? No voy a volver a perder a nadie, y a la vez en realidad tú eres lo único que me queda.
Lo que cuenta es poder mirarse a uno mismo cada dia. Hace mucho que no lo hago, porque, si lo hiciera, lo único que aparecería ante mi sería la imagen de una derrota provocada por los que un dia quise. ¿Dónde están ahora? Muertos, desaparecidos, cambiados. Algunos andan, se mueven, pero mi boca sabe a las cenizas que nos pudrieron a todos.
Al que esté tentado de ello no acepto preguntas ni comentarios sobre esto, de parte de abs0lutamente nadie.
