domingo, 14 de junio de 2009

The gravel Road


Perdí a una persona importante, hice selectividad, y después... una semana en la que cada día ha sido una eternidad de luchar contra mis ganas de correr y por fin ser libre. Sólo quedan unas horas para que doble mi corazón y escupa sobre él. Soy la única que falta por hacerlo. Mucho que hacer pero a la vez nada que hacer, y eso hizo que no estuviera en el lugar indicado y ahora todo sea una gran maraña. Desear que todo salga bien es algo infantil en estos momentos. Estoy llena de "energías negativas", pero estas no son mías, son precisamente ellos quienes me las han vestido. ¿Ellos? Para mi, je, no hay un nosotros.

Escribir mientras esperas a poder darte una ducha de agua fría. La última antes de Milán.


Una tumba en un camino de grava que se deja atrás sin mirar. Un discurso de fin de curso. Crack.

2 comentarios:

  1. Ya todas las palabras sobran...

    Un abrazo; se habrá acabado.

    Anael~

    ResponderEliminar
  2. No se debe usar el desprecio sino con gran economía, debido al gran número de necesitados.
    René de Chateaubriand

    ResponderEliminar