domingo, 13 de marzo de 2011

Indignación, miedo, tristeza y temblor

Terremoto en Japón, fusión del núcleo, cifras astronómicas de muertos y desaparecidos. 120km. Evacuados. "Por favor, que pare".
Es lo que escucho a todas horas.
Siento miedo ante la situación, miedo por la gente con la que no he podido contactar, miedo por la gente que conozco trabajando allí en estos momentos. Intentado sacar esperanza del desastre. Valientes.
He oído mentiras, verdades, ruegos, esperanzas. He oído a través de un teléfono la tierra temblar. Furiosa, desgarrada, descargando ira sobre Japón, arrastrando al mar. He llorado. He visto los destrozos, casi hubiera podido palparlos si estiraba la mano. Las lágrimas de otras personas se han convertido en mis lágrimas.
TRAGEDIA.

Pero el post ha empezado con el título indignación.
Y es que ahora mismo siento mucha indignación. Mientras todo el mundo habla sobre Japón, lloriquea sobre Japón, el imbécil y déspota, asqueroso, machista y sin escrúpulos de Gadafi MASACRA a su propio pueblo. No me molesta que Japón sea el tema central ahora, dado lo reciente que es el suceso, por supuesto. Me molesta ver los facebook y espacios de la "gente friki" hablando de lo de Japón sin haber hecho NI UNA SÓLA MENCIÓN a la revolución del mundo árabe. A esa gente que lucha por su libertad. ¿Ahora de pronto sois todos muy humanitarios? Qué pasa, que sólo sentís y padeceis cuando pasa en Japón ¿no? ¿Es que sufren más los japoneses? FRIVOLIDAD, IDIOTEZ, INSENSATEZ. Gente que va de culta y educada cuando sólo son MIERDA. Leo a gente que habla de el terremoto como si fuera lo único grave en el mundo, que se toma la licencia de tildar al resto de la humanidad como malvada cuando ellos mismos están ignorando esa lucha terrible por la dignidad y el sustento. La libertad.

Japón es una superpotencia. Ha habido muchísimos muertos, han pasado cosas que a mí, que conozco a gente allí, me han hecho llorar. Empiezo a temer que no recibiremos la llamada de Kain. Empiezo a temblar, a llorar, y a desesperarme. Pero, Japón, es una superpotencia. Caerán en una gran crisis, habrá millones de problemas, pero sobrevivirán. Lo superarán. No estoy segura de que en todos los países puedan hacer lo mismo. Mi corazón también está en las manifestaciones en Marruecos, en una cárcel en China y en millones de sitios más

No suelo hablar de catástrofes porque me dejaría demasiadas.
Pero el sentimiento de hoy simplemente ha sido demasiado para mí.






Quiero pensar en cosas positivas, en cosas bellas. En Kyoto.
En el viaje que vamos a hacer en verano a París, en el que iremos a un maravilloso hotel de lujo en frente de la Opera gracias al padre de Amaya. En el que no tendremos nada de dinero pese a la gracia del hotel, pero sí mucha ilusión.

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